6/12/2013

Auch!

El dolor es un buen maestro, el cuerpo se comunica con dolor , cuando tiene algo importante que decirnos,  ya sea una mala digestión, o un daño muscular, sin importar cual sea la falla, debemos estar atentos al dolor, incluso a ese tenue dolor que se aloja en el pecho , cuando algo no va del todo bien, y sentimos que nos duele , poquito o mucho , pero nos duele algo en el alma.

Asi funciona el organismo , quien quiera que lo haya diseñado , pensó en generar una incomoda señal , para llamar nuestra atención y darnos un mensaje.

Mientras estamos "sanos" no hay dolor, todo es alegría y felicidad, sin embargo tampoco hay lección que aprender, hay quienes quieren postergar la felicidad éternamente , evitando a toda costa el sufrimiento.  Considero eso un grave error.

Hay que buscar aprender, crecer, atreverse, y para lograrlo , hay que caerse, rasparse, herirse , sangrar un poco , para confirmar que estamos vivos, que hay vida dentro de nosotros.  Hay un dolor que nos limita, ese dolor nos obliga a detenernos y hay otro dolor , que empuja, que da fuerza.

Hay que tener muy claro , que dolor es el que sentimos, distinguirlos claramente es fácil si uno hace una pausa al momento de sentirlos.  Es como aquel que corre, de pronto las piernas le duelen, pero sabe , gracias al entrenamiento, que si vence ese dolor , las piernas seguirán por muchos kilómetros mas!  , pero ese dolor viene como resultado de un esfuerzo positivo , es el músculo creciendo, desarrollandose, volviendo mas fuerte.  Pero el dolor negativo , es el que esta presente desde el inicio de la tarea,  es ese dolor que al inmediato momento de comenzar , se hace presente.  Tal como sucede cuando uno trabaja en algo que no le gusta del todo,  ese abatimiento, esa pereza, ese descontento , desde el amanecer que nos dice , que las cosas no deben ir por ese camino.  Ese dolor si no lo escuchamos atentamente , tarde que temprano , nos tira, nos vence , y cada vez será mas fuerte , hasta que logre vencernos y detenernos, no debe haber tal necesidad. Cada vez que algo nos incomode, hagamos una breve pausa de 5 segundos,  quizá de 10, analicemos , que es eso que nos molesta , que lo origina, y a donde nos lleva.  Y tomemos la decisión de parar o de seguir.

Para lograr una meta, cualquiera que sea , se requiere de pasar por un "sufrimiento".  Un gran hombre me dijo que ( antes de que existiera la autopista del sol y el aeropuerto de Acapulco ) :  Si quieres llegar a Acapulco, tienes que chingarte la carretera, y si no le has hecho el esfuerzo suficiente para manejar tu propio auto, tendrás que sufrir el camión.   O lo que es lo mismo , de que algo tenias que sufrir para llegar a Acapulco , eso era inevitable.

El placer que da llegar, lograr la meta , estar en la cumbre , es y debe ser efímero, es un gusto pasajero, con una corta duración.  De nada sirve prolongar la celebración,  es como querer festejar un cumpleaños todo el año!  absurdo, ¿no?.

Por eso , cuando el dolor llegue, hay que sonreír, detenerse , y escucharlo.  ¿Qué es eso tan importante? , ¡que tiene que dolernos!.

Busquemos dentro de nosotros el mensaje incluido, en esta señal , de que algo esta mal ,  y que necesitamos arreglar.