Hola! Sé que estás leyendo esto, y que has viajado desde un lugar en el futuro y te estoy muy agradecido. Aún recuerdo el momento en que te conocí, llegaste a cenar con nosotros y nos fue muy fácil encariñarnos contigo. En ese momento lucías más joven que ahora y pues yo era, un viejito medio loco que te platicó su larga historia. Me da gusto saber que estás aquí.
La verdad, no creí que fueras a venir, y si venías no creí que fuera yo a enterarme, pero me da la impresión de que apenas llegaste. Te tengo que reconocer que lo has hecho muy bien. Supiste escuchar a este viejito. Te lo dije, no confía en nadie y cualquier sospecha la pondrá en alerta. Has escogido el mejor personaje que jamás hubiera imaginado. Te has colado perfecto en su vida y ahora eres su amigo. Ya eres parte de su día a día y te menciona a la menor provocación. Tú lo sabes y eso te hace feliz, nos hace feliz, ¡a los 3 nos hace feliz!
Me acuerdo que estabas muy preocupado por ella, ¿te acuerdas? Me dijiste que harías cualquier cosa por ayudarla, y en aquella ocasión platicamos de que tendrías que venir a cambiarle algunos detalles en su vida para que pudieras estar con una maravillosa versión de ella en el futuro.
No lo negaré, al principio dudé de tus palabras, pero después de ver cómo has en este tiempo, he comprendido que eres un joven sabio y bueno. Sé que no viajaste en el tiempo en balde y que estás aquí para protegerla.
Solo espero que el sacrificio que estás haciendo valga la pena, y que en este nuevo futuro ambos sean felices y vivan en paz. ¡Suerte!
